Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI
La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid. Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia. Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas. Miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)
El Día Mundial de la Diabetes fue creado en 1991 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Diabetes (FID) en respuesta a la creciente preocupación por la diabetes a nivel mundial.
Esta fecha se estableció como una manera de aumentar la conciencia sobre esta enfermedad crónica y sus complicaciones, tomando el aniversario del nacimiento de Sir Frederick Banting, quien junto con Charles Best, descubrió la insulina en 1922, hormona esencial para el control de la glucosa en sangre y fundamental para el tratamiento de la diabetes tipo 1.
Este día, en todo el mundo se busca proporcionar información precisa y actualizada sobre la diabetes a la población en general, a los profesionales de la salud y a los responsables de la toma de decisiones; destacar la importancia de la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado de la diabetes; fomentar estilos de vida saludables para prevenir y controlar la diabetes y reunir a personas de todo el mundo para trabajar juntos en la lucha contra la diabetes.
Datos importantes sobre diabetes
El número de personas que viven con diabetes aumentó de 200 millones en 1990 a 830 millones en 2022.
La prevalencia ha aumentado más rápidamente en los países de ingresos bajos y medianos que en los países de ingresos altos.
Un dato importante y desafortunado es que más de la mitad de las personas que viven con diabetes no tomaron medicamentos para la diabetes en 2022, aunque la diabetes cause ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y/o amputación de miembros inferiores.
En 2021, la diabetes y las enfermedades renales debidas a la diabetes causaron más de 2 millones de muertes. Además, alrededor del 11% de las muertes cardiovasculares fueron causadas por niveles altos de glucosa en sangre. La diabetes se puede tratar y sus consecuencias pueden evitarse o retrasarse con dieta, actividad física, medicación y exámenes y tratamientos periódicos para detectar complicaciones.
¿Cuáles son los principales síntomas de la diabetes?
Los síntomas de la diabetes pueden variar de una persona a otra y, en algunos casos, pueden ser tan leves que pasan desapercibidos. Sin embargo, algunos de los síntomas más comunes incluyen sed excesiva; orinar con mayor frecuencia, incluso durante la noche; sentimiento constante de hambre, a pesar de comer; bajar de peso sin hacer dieta o ejercicio; sensación de fatiga o debilidad; dificultad para enfocar la vista; heridas que no cicatrizan adecuadamente; entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies.
Es importante destacar que no todas las personas con diabetes experimentan todos estos síntomas. Algunas personas, especialmente aquellas con diabetes tipo 2, pueden no tener síntomas evidentes en las primeras etapas de la enfermedad.
¿Cómo se diagnostica la diabetes?
El diagnóstico de la diabetes se realiza mediante análisis de sangre para medir los niveles de glucosa. Las pruebas más disponibles incluyen medición de glucemia en ayunas(luego de un período sin ingesta de alimentos deal menos 8 horas, debe ser menor a 116 mg/dL); prueba de tolerancia oral a la glucosa (es la medición el nivel de glucosa en sangre después de beber una bebida azucarada, debe ser menor a 200 mg/dL) y la medición de Hemoglobina glicosilada o HbA1c, que mide el nivel promedio de glucosa en sangre en los últimos 2-3 meses y debe ser menor a 5.7%.
Complicaciones de la diabetes a largo plazo
La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos, lo que a su vez afecta a órganos vitales. Algunas de las complicaciones más comunes incluyen la enfermedad cardiovascular, la nefropatía diabética, la retinopatía diabética y la neuropatía diabética.
Enfermedad cardiovascular: La diabetes aumenta significativamente el riesgo de enfermedades del corazón, como ataques cardíacos (por la obstrucción de una arteria coronaria) y accidentes cerebrovasculares (obstrucción de un vaso sanguíneo en el cerebro), enfermedad coronaria (por estrechamiento de las arterias coronarias que suministran sangre al corazón) y enfermedad arterial periférica (estrechamiento de las arterias en las piernas y los brazos).
Nefropatía diabética: Entre el 20% y el 40% de las personas con diabetes tipo 2 desarrollarán nefropatía a lo largo de su vida, que se define como un daño a los riñones, debido al estado de oxidación e inflamación secundario a la permanencia de la glucosa elevada en sangre, que afecta las estructuras glomerulares, produciendo insuficiencia renal crónica y la necesidad de diálisis o trasplante.
Los factores de riesgo para nefropatía diabética incluyen los niveles altos de azúcar en sangre y la presión arterial elevada que dañan los vasos sanguíneos de los riñones; los niveles altos de colesterol y triglicéridos; el tabaquismo; la obesidad (por la resistencia a la insulina) y la edad avanzada, ya que el riesgo aumenta con la edad.
Retinopatía diabética: es la afectación de los vasos sanguíneos de la retina, que se puede encontrar hasta en un 40% de los pacientes con diabetes. La prevalencia aumenta con los años de evolución de la diabetes. Por ejemplo, se estima que alrededor del 27% de los pacientes con 5-10 años de diabetes tienen retinopatía, mientras que este porcentaje puede llegar al 95% en aquellos con más de 20 años de diabetes. Al igual que en la nefropatía diabética, la hiperglucemia, la hipertensión, el colesterol alto y el tabaquismo también aumentan el riesgo. La retinopatía diabética es una de las principales causas de ceguera en adultos en edad laboral, un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden ayudar a prevenir la pérdida de visión.
Neuropatía diabética: disminución o pérdida de la sensibilidad en los pies, lo que hace que las personas con diabetes no sientan pequeñas lesiones, como cortes o ampollas. Estas lesiones pueden infectarse fácilmente y empeorar sin que la persona se dé cuenta. La diabetes también puede causar daño a los vasos sanguíneos, lo que reduce el flujo sanguíneo a los pies. Esta disminución de la circulación dificulta la curación de las heridas y aumenta el riesgo de infección, deformidades y aumento de riesgo de desarrollo de úlceras.
¿Cómo prevenir las complicaciones y reducir la mortalidad?
La diabetes es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Las personas con diabetes tienen un riesgo significativamente mayor de morir prematuramente en comparación con aquellas que no tienen esta enfermedad.
Para prevenir las complicaciones de la diabetes y reducir el riesgo de mortalidad, es fundamental seguir el plan de tratamiento indicado por el médico, lo que incluye tomar los medicamentos, seguir una dieta saludable y realizar actividad física regularmente; controlar la presión arterial y los niveles de colesterol con el uso de medicamentos y cambios en el estilo de vida; realizar chequeos regulares al médico de forma periódica para monitorear la salud y detectar cualquier problema a tiempo, evaluando los resultados de los laboratorios que ven la glucosa, la hemoglobina glicosilada, la creatinina y el examen de orina; revisar los pies diariamente en busca de lesiones y seguir las recomendaciones del médico para prevenir el pie diabético.
Lo más importante es mantener los niveles de glucosa controlados y aprender sobre el cuidado de esta enfermedad para lograr las metas y evitar las complicaciones.
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